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Bajo relieve joven noble con gavilán y flor de lis
LO-0466
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949,00 €
Impuestos incluidos
Reproducción totalmente fabricada y patinada a mano.
Dimensiones:
Alto: 77cm.
Largo: 39cm.
Plazo de entrega: de 15 a 25 días.
Material: Esta reproducción está disponible en resina.
Pátinas disponibles: bronce, terracota, mármol, madera, policromía, dorado, piedra o diorita.
Contáctenos para conocer los precios de nuestras pátinas (variables según el color deseado).
Los plazos de entrega varían según el estado de los stocks disponibles y la demanda.
Si la reproducción que desea no está disponible de inmediato, nos pondremos en contacto con usted inmediatamente por email para informarle del plazo medio de fabricación adicional previsto por nuestro taller.
Los plazos medios indicativos por etapa de fabricación son:
Plazo de fabricación un molde a tiempo completo: 1 mes.
Plazo de fabricación de una tirada: 1 día.
Plazo de finición de los acabados: Variable de una pieza a otra, en promedio una semana.
Envios internacionales garantizados con los precios más económicos.
Gastos de envío: Los gastos de envío de los transportistas disponibles se calculan automáticamente al finalizar la compra.
En la tradición bíblica, la flor de lis está ligada a dos grandes símbolos:
Es a la vez un símbolo de pureza y virginidad.
Dentro de la Iglesia Católica, el lirio se destaca como un fuerte símbolo de la virginidad de María, de la Inmaculada Concepción en la iconografía cristiana.
La flor de lis está tradicionalmente presente en las comuniones y bodas católicas como símbolo de amor casto.
Por el contrario, el gavilán es un símbolo de desgaste, de rapacidad, como la mayoría de los pájaros de la misma especie, con sus garras en forma de gancho.
Cazador y pájaro agresivo, el gavilán también designa simbólicamente el pene.
El hecho de llevar el gavilán en el puño, como el artista representó al joven, es el signo característico de la nobleza y la distinción social.
Por la posición de la mano más alta que sostiene la flor de lis en relación con la de la mano que sostiene el gavilán.
El escultor simbolizó la superioridad de la pureza sobre el pecado.
Las frutas y la vegetación que se extienden hasta el brazo derecho evocan al Jardín del Edén, al Paraíso para los virtuosos.
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