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Estatua de bronce de Poseidón en bronce del...
Estatua de bronce de Poseidón en bronce del...
Estatua de bronce de Poseidón en bronce del...
Estatua de bronce de Poseidón en bronce del...
Estatua de bronce de Poseidón en bronce del Cabo Artemisio, Museo Arqueológico Nacional de Atenas
Estatua de bronce de Poseidón en bronce del Cabo Artemisio, Museo Arqueológico Nacional de Atenas
Estatua de bronce de Poseidón en bronce del Cabo Artemisio, Museo Arqueológico Nacional de Atenas
Estatua de bronce de Poseidón en bronce del Cabo Artemisio, Museo Arqueológico Nacional de Atenas

Estatua de bronce de Poseidón en bronce del Cabo Artemisio, Museo Arqueológico Nacional de Atenas

GBA-411
369,00 €
Impuestos incluidos

Bronce y Misterio: Descifrando el Enigma de la Estatua de bronce del Dios de Capo Artemisio

El Dios de Capo Artemisio es una escultura de bronce casi intacta, con una altura de 209 cm que data del 460 a.C., una obra extraordinaria no solo por su antigüedad, sino también por su conservación excepcional. Descubierta de manera fortuita por pescadores en 1928, en las aguas de Capo Artemisio en Eubea, esta escultura obtuvo su nombre convencional y reveló un tesoro artístico preservado a lo largo de los siglos.

El origen de esta obra de arte se remonta a un naufragio ocurrido en el II o I siglo a.C. Cuando el barco se hundió en las aguas del mar Egeo, el Dios de Capo Artemisio quedó sumergido durante un periodo prolongado, contribuyendo así a su conservación notable. Sorprendentemente, los elementos marinos han contribuido a preservar el bronce, proporcionando a las generaciones futuras un testimonio tangible del arte griego antiguo.

La escultura misma representa a una divinidad en posición de lanzamiento, una escena que ha generado debates persistentes sobre su atribución exacta, ya sea el poderoso Zeus o el dios de los mares, Poseidón. El uso del estilo severo en esta obra marcó una evolución significativa, introduciendo dinamismo en contraste con la estatuaria más estática del final del periodo arcaico. Esta elección artística testimonia la innovación y creatividad de los escultores de la época.

Así, nuestra reproducción de la estatua del Dios de Capo Artemisio va más allá de ser una simple escultura antigua; encarna un testimonio tangible de la evolución artística de la antigua Grecia y de la destreza técnica de los artesanos de la época. Es un viaje a través del tiempo y un fascinante vínculo con la riqueza cultural de la antigua Grecia, preservado por la casualidad de un descubrimiento fortuito.

Características de nuestra estatua de Poseidón en bronce, Museo Arqueológico Nacional de Atenas

Altura con pedestal: 33 cm.

Peso: 3.5 kg.

Materiales: Bronce.

Pátina: color bronce antiguo.

Reproducción artesanal completamente elaborada y pátinada a mano.

En stock

Tiempo de entrega: aproximadamente 1 a 3 semanas.

 

Escultura Antigua de Excelencia: Regálese el Poder y la Gracia del Dios de Cabo Artemision

Herencia Divina: La Reproducción de la estatua del Dios de Cabo Artemision, una Obra de Arte en su Hogar

El dios de Cabo Artemision, en todo su esplendor, se revela como una representación magistral del arte griego antiguo. Sin lugar a dudas, cada detalle de esta estatua, que data del 460 a.C., cuenta una historia cautivadora.

La figura desnuda, en su madurez, adopta una pose dinámica e impactante. Su pierna derecha, extendida con fuerza hacia atrás, da fe del poder contenido en cada fibra muscular. En contraste, la pierna izquierda doblada descansa firmemente sobre el talón, lista para soportar el peso del cuerpo en un impulso de fuerza controlada. El dedo gordo ligeramente levantado sugiere anticipación, una disposición para liberar todo su poder en el momento oportuno.

El brazo izquierdo, extendido en una posición preparatoria, transmite una clara intención, mientras que el brazo derecho, listo para lanzar, ajusta minuciosamente el objetivo. Los dedos escudriñan el objeto a proyectar, signo de una maestría artística y precisión notables. Desafortunadamente, los ojos, alguna vez incrustados con pasta de vidrio coloreada, han desaparecido, pero la intensa concentración en el objetivo sigue siendo palpable.

La cara del dios, congelada en una expresión enigmática y severa, es el punto focal de la obra. El cabello, cuidadosamente peinado y atado con una trenza alrededor de la cabeza, agrega un toque de elegancia. Un largo mechón de cabello, formando una trenza distinta, libera rizos gráciles que enmarcan la frente con sorprendente delicadeza. La barba fluida y ondulante acentúa la nobleza del rostro, agregando una dimensión de fuerza y dignidad a la mirada perdida en los giros del tiempo.

Los músculos abdominales y dorsales poderosamente esculpidos dan fe de la fuerza física del dios, pero es en la contemplación del rostro donde se revelan la majestuosidad y belleza eternas de esta obra excepcional. Cada rasgo, cada detalle, cuenta la historia de un artista magistral en su oficio, capturando la energía eterna y la gracia de la divinidad representada. Esta estatua, más que una simple escultura antigua, trasciende las épocas, ofreciendo un testimonio vivo de la ingeniosidad artística de la antigua Grecia. Evoca un viaje a través de los tiempos, una conexión tangible con la riqueza cultural de una era pasada, milagrosamente preservada para encantar a las generaciones futuras.

Eterna Majestuosidad: Inmortaliza la Esencia Divina con la estatua del Dios del Cabo Artemisio

Frente a esta cautivadora obra, el espectador se ve inundado por una mezcla de emociones y sensaciones intensas. La majestuosidad de la pose, combinada con la desnudez heroica, evoca un sentimiento de fascinación y admiración ante el poder representado. El realismo excepcional de la figura crea una proximidad impactante con la deidad representada, suscitando una emoción profunda.

La observación minuciosa de detalles, como la posición compleja del cuerpo y las elecciones deliberadas del escultor, intriga y despierta la curiosidad del espectador. La tensión perceptible en la acción en curso, simbolizada por la postura de lanzamiento, crea una sensación de anticipación y dinamismo.

El contraste entre la imperturbable inmovilidad del rostro y la intensidad de la mirada dirigida hacia el objetivo agrega una capa adicional de emoción, fusionando la majestuosidad divina con una cierta aura mística. En general, la experiencia frente a esta obra va más allá de la mera contemplación estética, abarcando una gama compleja de emociones que trascienden el tiempo y establecen un vínculo poderoso entre el espectador y la esencia atemporal de la deidad esculpida.

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