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Bajorrelieve del Arcángel San Miguel derrotando al demonio, según Guido Reni
Características de nuestro Bajorrelieve del Arcángel San Miguel derrotando al demonio :
Altura: cm.
Ancho: cm.
Profundo: cm.
Peso: kg.
Material: Resina.
Otros materiales posibles: yeso blanco, piedra reconstituida.
Pátinas disponibles: bronce, terracota, mármol, madera, policromía, dorado, piedra o diorita. Contáctenos para conocer los precios de nuestras pátinas (variables según el color deseado).
Reproducción artesanal completamente realizada y patinada a mano.
En stock.
Tiempo de entrega: Aproximadamente de 1 a 3 semanas.
Eleve tu hogar con la majestuosidad del Arcángel San Miguel: un bajorrelieve cautivador, una representación de la lucha entre el bien y el mal inspirada por Guido Reni, para un ambiente lleno de trascendencia.
En esta representación impresionante, San Miguel, príncipe de los arcángeles, está vestido con un atuendo militar romano emblemático de la antigüedad clásica: la coraza muscular, también conocida como coraza heroica. La coraza, de un azul cielo evocador en la obra original de Reni, parece fusionarse con la piel del arcángel, creando una impresión de poder que emana de su musculatura esculpida. Esta representación simboliza la fuerza divina y la victoria de las potencias celestiales sobre el mal.
El manto de un rosa vibrante, también presente en la obra original, envuelve a San Miguel, añadiendo una dimensión de movimiento y energía a la escena. Este color vibrante tiene un profundo significado en la representación de los arcángeles en la religión cristiana. Evoca diversos aspectos de la fe, desde la victoria celestial hasta el amor divino, pasando por la protección espiritual. El rosa vibrante simboliza la victoria y la gloria de los arcángeles, subrayando su triunfo sobre las fuerzas del mal y su elevación en los cielos. Además, está asociado a la divinidad y a la presencia divina, destacando la naturaleza sagrada de los arcángeles y su proximidad con Dios.
Los tejidos de la capa y de la subarmalis o thoracomachus parecen animados por el aliento del viento de la victoria, reforzando el gesto decidido de San Miguel que se yergue sobre Satanás, con su espada levantada hacia su nuca. La escena inmortaliza el momento en que el arcángel está a punto de infligir el golpe fatal al ángel caído, simbolizando la derrota del mal ante la puissance divina. Satanás, vencido, es mantenido en el suelo por el firme dominio de San Miguel, simbolizando la sumisión total ante la voluntad divina.
A pesar de su inminente derrota, Satanás sigue resistiendo con ahínco, su cola enroscándose alrededor de la pierna derecha del arcángel. Las alas demoníacas, enchaînées, intentan en vano desplegarse, sometidas a la voluntad divina. Esta representación ilustra la lucha eterna entre las fuerzas del bien y del mal, con San Miguel encarnando la justicia divina y Satanás representando el mal absoluto.
Poco a poco, San Miguel acerca a Satanás a las llamas del Infierno que lo esperan justo debajo, sellando así su destino final después de su expulsión del Paraíso. A lo lejos, los escombros y el humo dan testimonio de la feroz batalla entre las legiones celestiales y las hordas demoníacas. La escena resuena con la profecía bíblica de la caída de Satanás, recordando la victoria final del bien sobre el mal y la justicia divina.
Eleva tu alma con la grandeza divina: Bajorrelieve de San Miguel, fuente de inspiración y contemplación profunda.
En esta escena impresionante del relieve, las emociones del espectador son avivadas por una multitud de detalles sutiles y poderosos símbolos. En primer lugar, la imponente presencia de San Miguel, príncipe de los arcángeles, vistiendo su coraza muscular romana, evoca un sentimiento de fuerza inquebrantable y protección divina. La aparente fusión de la coraza con la piel del arcángel refuerza esta impresión de poder, como si todo su ser estuviera impregnado de la energía celestial. Al mismo tiempo, el manto rosa vibrante, lleno de una energía casi palpable, infunde un sentido de movimiento y dinamismo a la escena, fortaleciendo el sentimiento de victoria celestial y triunfo sobre las fuerzas maléficas.
En el enfrentamiento entre San Miguel y Satanás, el espectador siente una tensión eléctrica, testimonio de la lucha eterna entre el bien y el mal. La determinación firme de San Miguel contrasta con la feroz resistencia de Satanás, creando una atmósfera cargada de emociones contradictorias: esperanza frente a desesperación, luz frente a oscuridad. Los gestos simbólicos de San Miguel, levantando su espada hacia la nuca de Satanás, y el firme dominio de su pie sobre la cabeza del ángel caído, expresan la justicia divina y la sumisión total del mal ante el poder divino. Sin embargo, a pesar de su inminente derrota, Satanás conserva una última chispa de desafío, ilustrada por su cola enrollándose alrededor de la pierna del Arcángel, demostrando así la tenacidad del mal frente a su inevitable caída.
Esta escena evoca un torbellino de emociones en el espectador: admiración por la majestuosidad divina de San Miguel, compasión frente a la resistencia desesperada de Satanás, y una reflexión profunda sobre la naturaleza de la lucha entre el bien y el mal. En el fondo, los escombros y el humo generados por la feroz batalla entre las fuerzas celestiales y las hordas demoníacas añaden una dimensión de caos y destrucción a la escena, reforzando el contraste entre la luz y las tinieblas. Al contemplar esta obra magistral, el espectador está invitado a sumergirse en el corazón de la lucha cósmica entre el bien y el mal, y a meditar sobre las implicaciones espirituales y filosóficas de esta eterna confrontación.
Construye una barrera en tu hogar contra las tinieblas: Bajorrelieve de San Miguel, Protector Sagrado.
Sumérgete en la esplendor artística de este cautivador bajorrelieve, donde cada contorno y cada expresión cuentan una historia tan rica como profunda. La imagen de San Miguel, vestido con su emblemática coraza romana, evoca no solo su poder físico, sino también su inquebrantable fuerza moral ante las fuerzas del mal. La sutileza de los detalles, como los pliegues en espiral de su capa y las cadenas celestiales que mantienen a Satanás cautivo, crea una atmósfera de movimiento y tensión palpable. Pero es la simbología detrás de cada elemento lo que hace que esta obra sea tan cautivadora: el rosa brillante de la capa de San Miguel simboliza la victoria y la gloria celestiales, mientras que la oscuridad de Satanás recuerda la fealdad y la derrota del mal. Al contemplar esta escena épica, los espectadores son transportados a un mundo donde las fuerzas divinas y demoníacas luchan en una batalla eterna. Poseer este bajorrelieve es apropiarse de un fragmento de esta fascinante historia, es invitar a casa una presencia poderosa e inspiradora que recuerda la victoria de la luz sobre las tinieblas.